El bronceado en interiores es un gran negocio: esto no pronostica nada bueno para la salud de las personas. En 1994, un estudio sueco encontró que las mujeres entre 18 y 30 años de edad que visitaron los salones de bronceado o camas solares 10 ó más veces en un año, tenían una incidencia siete veces mayor de melanoma que las mujeres que no utilizaron salones de bronceado.
En otro estudio, las personas expuestas a 10 sesiones de bronceado en todo el cuerpo, tenían un aumento significativo en la reparación de proteínas de la piel que normalmente se asocia con el daño solar, lo que indica que la radiación ultravioleta (UV) en salones de bronceado es tan peligrosa como los rayos UV del sol. Y en el 2002, un estudio de Dartmouth Medical School encontró que los usuarios de camas solares tienen 2,5 veces más riesgo de tener carcinoma de células escamosas y 1,5 veces más riesgo de presentar carcinoma basocelular. Sin embargo, aun con todas estas pruebas, los salones de bronceado permanecen abiertos y florecientes.
La industria del bronceado se basa en dos argumentos engañosos: en primer lugar alegan que, dado que el melanoma es causado principalmente por quemaduras solares y que un bronceado “controlado” ayuda a prevenir el melanoma induciendo la producción de melanina. En segundo lugar, señalan que los rayos UV que inducen la síntesis de vitamina D en la piel, ayudan a prevenir el cáncer de mama, de próstata y de colon, así como otras enfermedades.
Los expertos rechazan estos argumentos. Señalan que nuestra dieta (especialmente alimentos ricos en vitamina D, tales como los productos lácteos y el salmón) en general proporciona toda la vitamina D que necesitamos. Además, broncearse para aumentar la melanina es contraproducente. El bronceado, como las quemaduras solares, causa un daño genético a las células de la piel. “No se puede proteger dañándola”, dice James M. Spencer, MD, director de cirugía dermatológica en Mount Sinai Medical Center en la ciudad de Nueva York. “El bronceado no sólo aumenta el riesgo de melanoma y carcinoma de células escamosas, sino que también acelera el envejecimiento cutáneo”.
Ha habido varios intentos de regular este sector industrial tanto por grupos de médicos, así como congresistas nacionales y estatales y la Organización Mundial de la Salud, con un éxito limitado. La FDA ha impuesto medidas estrictas sobre los dispositivos de bronceado, pero sin cambio alguno. La industria del bronceado ha luchado contra todas estas medidas. “Los propietarios de los salones de bronceado y los fabricantes manejan el cabildeo con la FDA y las agencias estatales para ablandar el reglamento, alegando que el bronceado es saludable”, dijo el Dr. Spencer.
Lamentablemente, a pesar de las regulaciones, los problemas no se han resuelto. “Las regulaciones no puede hacer un bronceado seguro”, declaró Michael Franzblau, MD, profesor clínico de dermatología, Universidad de California, Facultad de Medicina de San Francisco. “La prohibición de los salones es la única respuesta.”
¿Es la prohibición absoluta de los salones la única respuesta? El Dr. Franzblau considera que la eliminación de salones de bronceado “sería 100 por ciento más eficaz” que las regulaciones. Y podría salvar millones de vidas.