¿Cuál es el daño ocasionado por una quemadura por el sol? Una persona tiene doble riesgo de desarrollar melanoma – la forma más grave de cáncer de piel – si él o ella han tenido cinco o más quemaduras durante su vida.
Desgraciadamente, una quemadura por el sol es mucho más común de lo que realmente debería ser. En una encuesta reciente llevada a cabo en colaboración con iVillage, The Skin Cancer Foundation se comprobó que el 42 por ciento de las personas encuestadas han sufrido de una quemadura por el sol, por lo menos una vez al año.
Veamos cómo la exposición al sol va de la mano con el cáncer de piel. Los dos cánceres más comunes de piel (no relacionados con melanoma), el carcinoma basocelular (BCC) y el carcinoma de células escamosas (SCC), se correlacionan directamente con la acumulación de sol en la piel durante años. De hecho, las zonas más comunes donde se desarrollan el carcinoma basocelular y el carcinoma de células escamosas son las más expuestas como la cara, orejas, manos, etc. (Sin embargo, no es raro que aparezca el carcinoma de basocelular o carcinoma de células escamosas en un área del cuerpo que no este expuesta al sol.)
El caso del melanoma es diferente. El patrón que se cree induce al melanoma es el de una breve e intensa exposición al sol – una quemadura con ampollas – en lugar del daño producido por años de bronceado. (Algunos estudios indican que el carcinoma basocelular puede también ser provocado por este modelo de exposición.)
También existen otros factores de riesgo que están asociados con el melanoma como antecedentes familiares, tipo de piel y el tener un gran número de lunares grandes en el cuerpo. El melanoma puede desarrollarse en cualquier zona del cuerpo, independientemente de si se produjo una quemadura de sol en ese lugar.
¿La lección? Simple: no se queme.
No se olvide de nuestros consejos:
- Busque la sombra, especialmente entre las 10 a.m. y 4 p.m.
- Evite las quemaduras solares.
- Evite los salones de bronceado.
- Use un protector solar con un FPS de 15 ó más todos los días.
- Aplique 1 onza (2 cucharadas) de protección solar para todo el cuerpo 30 minutos antes de salir. Vuelva a aplicarlo cada dos horas.
- Cubra su piel, incluyendo un sombrero de ala ancha y gafas de sol contra rayos UV.
- Mantenga los recién nacidos fuera del sol. Los protectores solares deben aplicarse en niños mayores de seis meses.
- Examine su piel de cabeza a los pies todos los meses.
- Consulte a su médico cada año para un examen profesional de la piel